Física y Quimica

Premio Nobel de Química 2016

Premios Nobel

 

 

 

Fotos y esquemas: Fundación Nobel

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Premio Nobel de Química 2016

 

Jean-Pierre Sauvage

J. Fraser Stoddart

Bernard L. Feringa

"Por el diseño y síntesis de máquinas moleculares"

Jean- Pierre Sauvage (1944). Francia

J. Fraser Stoddart (1942). Reino Unido

Bernard L. Feringa  (1951). Holanda

Traducción del inglés Documento Fundación Nobel traducido

 

El Premio Nobel de Química 2016 ha sido otorgado a Jean-Pierre Sauvage, Sir J. Fraser Stoddart y Bernard L. Feringa por su desarrollo de máquinas moleculares cuyo tamaño es mil veces inferior al espesor de un cabello. Esta es la historia de cómo lograron unir moléculas para diseñar desde un pequeño ascensor a motores y músculos diminutos.

 

¿Cuál es la máquina más pequeña que podemos construir? Esta es la pregunta que el premio Nobel Richard Feynman, famoso por sus predicciones sobre el desarrollo de la nanotecnología, hechas en los años cincuenta del siglo pasado, planteó al comienzo de una visionaria conferencia en 1984, pero lo que ni Feynman, ni los investigadores de la audiencia sabían en ese momento, era que el paso hacia las primeras maquinas moleculares ya había sido dado.

A  mitad del siglo XX, como parte de los intentos para construir moléculas, los químicos estaban tratando de producir cadenas moleculares en la que moléculas en forma de anillo estaban unidas entre sí. Se pretendía crear no solo una nueva e increíble molécula, sino también un nuevo tipo de enlace. Normalmente, las moléculas se mantienen unidas por enlaces covalentes fuertes en las que los átomos comparten electrones. El sueño era crear enlaces mecánicos, en los que  las moléculas están unidas sin que los átomos interactúen directamente entre sí (figura 1).

En los años cincuenta y sesenta varios grupos de investigación informaron de que habían obtenido cadenas moleculares, pero las cantidades producidas eran pequeñas y los métodos, tan complejos, que eran de uso limitado. El descubrimiento fue considerado más como una curiosidad que como un avance significativo en química. Durante muchos años  prácticamente no se produjeron novedades importantes en este campo. Sin embargo, un gran avance  se produjo en 1983. Usando un ion de cobre, un grupo de investigación francés, dirigido por el químico Jean-Pierre Sauvage, logró construir cadenas moleculares.

Figura 1. Jean Pierre Sauvage usó un ion de cobre para entrelazar moléculas mediante un enlace mecánico.

 

Gracias a los iones de cobre, Sauvage fue capaz de aumentar el rendimiento a un impresionante 42%. De repente, las cadenas moleculares eran algo más que una curiosidad.

Jean-Pierre Sauvage se dio cuenta pronto de que las cadenas moleculares (llamados catenanos, del latín catena) eran, no sólo una nueva clase de moléculas, sino que también podían ser el primer paso hacia la creación de una máquina molecular. Para que una máquina pueda realizar una tarea, debe constar de varias partes que se muevan unas respecto de otras. Dos anillos entrelazados cumplen con este requisito. En 1994, el grupo de investigación de Jean-Pierre Sauvage tuvo éxito en la producción de un catenano en el que un anillo giraba, de manera controlada, alrededor de otro anillo cuando se le suministraba energía. Esto fue el embrión de la primera máquina molecular no biológica

En 1991, Fraser Stoddart y su grupo de investigación, construyeron  un anillo abierto que carecía de electrones y una larga varilla o eje que tenía estructuras ricas en electrones en dos posiciones. Cuando las dos moléculas se unieron, las zonas con un defecto de electrones fueron atraídas por aquellas con un exceso de electrones y el anillo avanza sobre el eje con un movimiento de roscado. En el paso siguiente cerraron la abertura del anillo, de manera que se mantuvo en el eje molecular. Habían creado, con un alto rendimiento, un rotaxano: una molécula en forma de anillo unida mecánicamente a un eje.

Fraser Stoddart utilizó a continuación la libertad del anillo de moverse a lo largo del eje. Cuando el anillo se calienta salta hacia delante y atrás - como una pequeña lanzadera - entre las dos partes ricas en electrones del eje (figura 2). En 1994 se pudo controlar por completo este movimiento, rompiendo la aleatoriedad que regula los movimientos en sistemas químicos

Figura 2. Fraser Stoddart logra crear una forma de transporte molecular que puede ser movido a lo largo de un eje de forma controlada.

Desde 1994, el grupo de investigación de Stoddart ha utilizado varios rotaxanos para construir numerosas máquinas moleculares, incluyendo un ascensor (2004), que puede elevarse 0,7 nanómetros sobre una superficie, y un músculo artificial (2005), donde rotaxanos doblan una delgada lámina de oro.

El ascensor molecular de Fraser Stoddart

 

Jean-Pierre Sauvage ha entrelazado dos bucles moleculares de modo que la estructura puede estirarse y contraerse

En 1999 Ben Feringa produjo el primer motor molecular, utilizando una serie de ingeniosos trucos para conseguir que girara en una única dirección. Normalmente los movimientos de las moléculas son aleatorios. En promedio una molécula se mueve tantas veces a la derecha como a la izquierda. Pero Ben Feringa diseñó una molécula que girara en una dirección particular (figura 3).

Figura 3. Ben Feringa creó el primer motor molecular, lo construyó de forma que girara en una dirección determinada. Su grupo de investigación ha optimizado el motor de modo que actualmente gira a 12 millones de revoluciones por segundo.

En 2011, el grupo de investigación también construyó un nanocoche con tracción en las cuatro ruedas; un chasis molecular mantiene unidos cuatro motores que funcionaban como ruedas. Cuando las ruedas giran, el coche se mueve hacia delante sobre una superficie (figura 4).

 

Figura 4. El nanocar con cuatro ruedas de Ben Feringa

En otro sorprendente experimento, el grupo de investigación de Ben Feringa utilizó motores moleculares para hacer girar un cilindro de vidrio de 28 micrómetros (10 000 veces más grande que los motores moleculares). En el experimento se incorporaron los motores a un cristal líquido (un fluido con estructura cristalina). Solo uno por ciento del cristal líquido consistía en motores moleculares, pero, cuando los investigadores los hicieron funcionar, los motores cambiaron la estructura del cristal líquido. A continuación colocaron un cilindro de vidrio en la parte superior del cristal líquido, el cilindro comenzó a girar debido al movimiento proporcionado por los motores

Las innovadoras medidas adoptadas por Jean-Pierre Sauvage, Fraser Stoddart y Ben Feringa en el desarrollo de la maquinaria molecular han dado generado una verdadera caja de herramientas de estructuras químicas que son utilizadas por los investigadores de todo el mundo para lograr creaciones cada vez más avanzadas. Uno de los ejemplos más llamativos es un robot molecular que puede captar y conectar aminoácidos. Este fue construido en 2013 y utiliza un rotaxano como su pieza básica.

En términos de desarrollo el motor molecular está, más o menos, al mismo nivel que el motor eléctrico se encontraba en la década de 1830, cuando los investigadores mostraban con orgullo en sus laboratorios manivelas y ruedas giratorias, sin tener ni idea de que iban a  llevarnos a los trenes eléctricos, lavadoras, ventiladores y las comidas procesadas.

Así que, 32 años después de la visionaria conferencia de Feynman, podemos solo  intuir los emocionantes acontecimientos que nos esperan. Sin embargo, ya tenemos una respuesta a su pregunta inicial ¿Cuál es la máquina más pequeña que podemos construir? Al menos 1000 veces más pequeña que el espesor de un cabello.