Física y Quimica

Premio Nobel de Física 2011

Premios Nobel

 

 

 

Fotos y esquemas: Fundación Nobel

Texto: adaptado y traducido de la Fundación Nobel

Más información:

  nobelprize.org

 

Premio Nobel de Física 2011

Saul Perlmutter

Brian P. Schmidt

Adam G. Riess

Saul Perlmutter(1959). USA

Brian P. Schmidt  (1967). USA

Adam G. Riess (1969) USA

"Por el descubrimiento de la expansión acelerada del Universo a través de las observaciones de supernovas distantes"

 

Traducción del inglés  Documento Fundación Nobel traducido

"Algunos opinan que el mundo terminará convertido en fuego;

Algunos dicen que en hielo ... "

¿Cuál es el destino del Universo? si hemos de creer a los Premios Nobel de este año probablemente terminará convertido en hielo. Ellos han estudiado cuidadosamente docenas de explosiones de estrellas, llamadas supernovas, en galaxias lejanas y han concluido que la expansión del Universo se está acelerando.

El descubrimiento fue una sorpresa incluso para los mismos ganadores del Premio Nobel. Lo que ellos observaron sería similar a lanzar una pelota al aire y, en lugar de verla  bajar, observar que se aleja en el cielo cada vez más rápido, como si la gravedad no fuera capaz de revertir la trayectoria su trayectoria. Algo similar parece estar pasando en todo el Universo.

La velocidad creciente a la que se expande el Universo implica que está siendo impulsado por una forma desconocida de energía integrada en la propia estructura del espacio. Esta energía oscura hace que una gran parte del Universo, más del 70%, sea un enigma, tal vez el más grande en la física actual. No es de extrañar, entonces, que los cimientos de la cosmología hayan sido sacudidos cuando dos grupos de investigación presentaron resultados similares en 1998. Saul Perlmutter dirigió uno de los dos equipos de investigación, el Supernova Cosmology Project, iniciado una década antes, en 1988. Brian Schmidt encabezó otro equipo de científicos que a finales de 1994 puso en marcha el proyecto competidor, el High-z Supernova Search Team, en el cual Adam Riess jugaría un papel crucial.

Los dos equipos de investigación rastrearon el Universo con el fin de encontrar las explosiones de las supernovas más lejanas. Determinando la distancia a la supernova y la velocidad a la que se están alejando de nosotros, los científicos esperaban revelar nuestro destino cósmico. Realmente esperaban encontrar indicios de que la expansión del Universo se estaba ralentizando, lo que llevaría a un equilibrio entre el fuego y el hielo. Sin embargo lo que encontraron fue todo lo contrario:  la expansión se estaba acelerando.

En 1915 A. Einstein publicó su Teoría de la Relatividad General, que ha sido la base de nuestra comprensión del universo desde entonces. La teoría describe un universo no estático que debería comprimirse o expandirse.

A esa inquietante conclusión se llegó, por tanto, alrededor de una década antes del descubrimiento de la recesión de las galaxias. Ni siquiera Einstein podía admitir el hecho de que el Universo no era estático, así que para poner fin a esta indeseada expansión cósmica, Einstein añadió una constante a sus ecuaciones que él llamó la constante cosmológica. Más tarde, Einstein consideraría la inserción de la constante cosmológica como un gran error. Sin embargo, con las observaciones realizadas en el período 1997-1998 por los premiados este año con el Premio Nobel, podemos concluir que la constante cosmológica de Einstein - aunque por razones equivocadas - era en realidad un descubrimiento brillante.

Los laureados con el Nobel de este año esperaban medir la deceleración cósmica, o su lenta expansión. Los métodos fueron inicialmente los mismos métodos utilizados por los astrónomos más de seis décadas antes para localizar las estrellas distantes y para medir cómo se mueven. Desde los días de Henrietta Leavitt las Cefeidas (estrellas pulsantes) eran uno de los principales métodos de determinar distancias estelares, pero a las distancias que los astrónomos necesitan ver, a miles de millones de años luz, las Cefeidas ya no son visibles. El patrón cósmico utilizado necesitaba ser ampliado.

Las supernovas (estrellas que explotan) se convirtieron en el nuevo estandar de medición. Nuevos telescopios, situados en tierra y en el espacio, y el uso de ordenadores cada vez más potentes, abrieron la posibilidad, en los años 90, de añadir más piezas al puzzle cósmico. La invención de los sensores de imágenes digitales (CCD) inventados por Williard Boyle y George Smith, galardonados con el Premio Nobel de Física en 2009, fue un paso crucial.

Explosión de una supernova

Una enana blanca (foto de la izquierda) roba gas de su compañera debido a su elevada densidad.

Cuando la enana blanca alcanza 1,4 masas solares, explota transformándose en una supernova (foto de la derecha).

Los dos equipos competidores sabían que tenían que peinar el cielo para encontrar supernovas lejanas. El truco consistía en comparar dos imágenes de pequeñas porciones del cielo. La primera imagen debería de tomarse justo después de la luna nueva y la segunda tres semanas después, antes de que la luz de la luna dificulte las observaciones. A continuación las dos imágenes se puede comparar con la esperanza de descubrir un pequeño punto de luz - equivalente a un píxel en una imagen- que podría ser un signo de una supernova en una galaxia muy lejana. Sólo las supernovas más lejanas, alrededor de un tercio de las observable en el universo visible, se utilizaron, con el fin de eliminar las distorsiones locales.

La búsqueda de supernovas fue un reto no sólo científico y tecnológico, también logístico. En primer lugar había que encontrar la clase adecuada de supernova. Segundo, había que medir su brillo y el desplazamiento hacia el rojo. La curva de luz tenía que ser analizada a través del tiempo con el fin de poder compararlo con otras supernovas del mismo tipo situadas a distancias conocidas. Esto requiere una red de científicos que puedan decidir rápidamente si una estrella en particular es un digno candidato para la observación. Necesitaban poder realizar observaciones desde  distintos telescopios y disponer de tiempo de observación sin demora, algo que generalmente requiere meses  de espera. Tenían que actuar con rapidez porque una supernova se desvanece rápidamente

Aunque las dificultades eran considerables los investigadores se tranquilizaron al comprobar que habían llegado a las mismas sorprendentes conclusiones: se habían encontrado algunas supernovas distantes cuya luz era cincuenta veces menor de lo esperado. Era lo contrario a lo esperado. Si la expansión cósmica ha ido perdiendo velocidad las supernovas deberían ser más brillantes. Sin embargo, su luz era cada vez más pálida cuanto más alejadas se encontraban. La sorprendente conclusión fue que la expansión del Universo no se está frenando, muy al contrario, se está acelerando.

Entonces, ¿qué es lo que está acelerando el universo? Se llama energía oscura y es un reto para la física, un enigma que nadie ha logrado resolver aún. Varias ideas han sido propuestas. La más sencilla es volver a introducir la constante cosmológica de Einstein, que éste había rechazado. En su tiempo  Einstein introdujo la constante cosmológica como una fuerza anti-gravitatoria para contrarrestar la fuerza gravitatoria de la materia y así crear un universo estático. Hoy en día, la constante cosmológica permite que la expansión del universo se acelere.

La constante cosmológica , como tal, no cambia con el tiempo. La energía oscura se convierte en dominante cuando la materia, y por lo tanto su gravedad, se diluye debido a la expansión del universo durante miles de millones de años. Según los científicos, esto explica por qué la constante cosmológica entró en escena tan tarde en la historia del Universo, hace sólo cinco o seis mil millones de años. Entonces la fuerza gravitacional de la materia se había debilitado lo suficiente. Hasta entonces, la expansión del Universo habría estado frenándose.

uede ser que la energía oscura no sea constante después de todo. Quizás cambie con el tiempo. Quizás un campo de fuerzas desconocido genere sólo energía oscura de forma ocasional. En la física hay varios campos de fuerza que colectivamente llevan el nombre de quintaesencia, el nombre griego del llamado quinto elemento. La quintaesencia podría acelerar el Universo, pero sólo en ocasiones. El destino del Universo se hace impredecible.

Sea lo que sea la energía oscura parece haber llegado para quedarse. Encaja muy bien en el puzzle cosmológico que los físicos y los astrónomos han estado elaborando durante mucho tiempo. De acuerdo con las estimaciones actuales, la energía oscura constituye las tres cuartas partes del Universo. El resto es materia. Pero la materia ordinaria de la que están hechas las galaxias, las estrellas, los humanos o las flores es sólo el cinco por ciento del Universo. El resto (un 20%) es lo que se conoce con el nombre de materia oscura y permanece oculta para nosotros.

La materia oscura es otro misterio en ese cosmos inmenso y desconocido. Como la energía oscura la materia oscura es invisible. Lo que conocemos de ambas son sus efectos: una empuja, la otra retiene. Lo único que tienen en común es el adjetivo "oscuro".

Los premiados con el Nobel de Física de este año han ayudado a descubrir un Universo que es desconocido en un 95% para la ciencia y donde todo es posible, una vez más.

Supernova 1995ar.

Dos imágenes de la misma porción de cielo tomadas con una diferencia de tres semanas se comparan. En la de más abajo un pequeño punto de luz es descubierto. Tras analizar su curva de luz se comprueba que es una supernova. Una supernova puede emitir tanta luz como una galaxia entera. La curva de luz es la misma para todos los tipos de supernovas. La mayor parte de la luz es emitida en las primeras semanas (diagrama inferior)