El montaje experimental consiste en un tubo
de plástico rígido de unos 70 cm. de longitud tapado en uno de sus extremos que
se llena (no totalmente) con agua. (Vista 1). Un tubo de plástico flexible de 1 m. de largo,
aproximadamente, se conecta a una de las ramas de un manómetro digital, introduciéndose el otro extremo en el líquido a distintas
profundidades. De esta manera actuará de sonda para medir la presión. Para
facilitar la lectura de la profundidad se pega en el tubo con cinta
adhesiva una cinta métrica, haciendo coincidir el cero de la misma con la
parte superior del tubo.
Hay que tener la precaución de conectar
primero el tubo que hará de sonda a la rama del manómetro e
introducirlo, después, en el líquido. De esta forma se evitará que
el agua ascienda en su interior. De todas maneras es inevitable que el
agua, al ejercer presión sobre el aire contenido en el tubo, lo comprima
ascendiendo unos centímetros.
Manómetro conectado. Señala una presión de 51,2 hPa
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Vista 1 |
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