El grafeno también ha permitido probar a los científicos algunos
extraños fenómenos cuánticos sólo predichos de forma
teórica. Uno de estos fenómenos es una variante del efecto
túnel de Klein, formulado por el físico sueco Oskar Klein
en 1929. El llamado efecto túnel es un fenómeno cuántico
según el cual algunas partículas pueden atravesar barreras que,
según la física clásica, serían imposible de atravesar. Cuanto mayor sea
la barrera menor será la probabilidad de que las
partículas cuánticas la atraviesen. Sin embargo, esto no
se aplica a los electrones que viajan en el grafeno: en
algunas circunstancias se mueven como si las barreras no
existieran.
La conductividad del grafeno ha levantado un gran interés. Se ha
predicho que los transistores de grafeno serán
sustancialmente más rápidos que los de silicio actuales.
Los procesadores de los ordenadores serán más pequeños,
más rápidos y más eficientes. Los que se construyen
actualmente con silicio tienen un límite de tamaño a
partir del cual dejan de funcionar. El límite para el
grafeno es mucho más pequeño, el número de componentes que
se podrá empaquetar en un chip será, por tanto, mucho mayor que el actual.
Como el grafeno es prácticamente transparente (casi al 98%), y al
mismo tiempo puede conducir la electricidad, sería
adecuado para la construcción de pantallas táctiles
transparentes, paneles luminosos y, tal vez, células
solares. También algunos plásticos podrían convertirse en
conductores mezclados con 1% de grafeno.
Del mismo
modo mezclando grafeno en un proporción de sólo un uno por
mil se aumentaría la resistencia al calor de materiales
plásticos en unos 30˚C mientras que, al mismo tiempo, se
vuelven más robustos mecánicamente
Los laureados de este año piensan que la investigación puede ser divertida. Han
trabajado juntos durante mucho tiempo. Konstantin Novoselov (de 36 años), comenzó a trabajar con Andre Geim
(de 51) como un estudiante de doctorado en Holanda.
Posteriormente siguió a Geim al Reino Unido. Ambos
estudiaron y comenzaron su carrera como físicos en Rusia.
Ahora ambos son profesores en la Universidad de
Manchester.
Antes, en 1997, Andre Geim logró que una rana levitase en un
campo magnético; una ingeniosa forma de ilustrar los
principios de la física. La levitación de la rana le valió
el Premio Ignobel en el año 2 000. Uno de los objetivos
del premio es "que la gente
primero ría y luego piense".
Ahora, con el grafeno, Andre Geim y Konstantin Novoselov
han escrito sus nombres en los anales de la ciencia. |