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George F. Smoot
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John C. Mather
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John C. Mather (1946). USA
George F. Smoot (1945) USA
Por sus descubrimientos del
espectro de cuerpo negro y de la anisotropía de las microondas
de la radiación cósmica de fondo.
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La teoría del Big Bang
predecía la existencia de una radiación de fondo o “eco” de aquella gran
explosión. El descubrimiento de esa radiación de fondo por Penzias y Wilson,
en 1964, dio una gran credibilidad a la teoría.
De acuerdo con el Big-Bang
nuestro universo evolucionó desde un estado inicial altamente energético. La
forma en la que la energía se distribuyó entre las diferentes longitudes de
onda debería corresponderse con el espectro del llamado cuerpo negro, ya que
inicialmente se emitirían todas las frecuencias. La forma de este espectro es
bien conocida (Max Planck recibió el Premio Nobel de Física en 1918 por sus
estudios sobre la radiación emitida por el cuerpo negro) desplazándose la
longitud de onda a la cual el poder emisivo es máximo hacia longitudes de onda
más altas a medida que la temperatura disminuye.
De acuerdo con la teoría de Big Bang la
radiación de fondo se fue enfriando a medida que el universo de expandía.
Cuando la radiación fue emitida la materia original del Universo tenía una
temperatura cercana a los 3.000 K. La radiación de fondo que hoy medimos
debería de estar mucho más fría. A sólo 2, 7 K . Esto significa que la
longitud de onda de la radiación se ha incrementado. Esta es la razón por la
cual la radiación de fondo se encuentra actualmente en la región de microondas
(la radiación visible tiene una longitud de onda mucho más corta).
La obtención del espectro de esta
radiación de fondo permitiría comprobar (a al menos añadir una prueba más a la
teoría del Big Bang) lo acertado de las hipótesis, pero la medición desde la
Tierra no es sencilla, ya que gran parte de la radiación es absorbida por la
atmósfera. |
En 1964 la NASA inició el proyecto
COBE (Cosmic Background Explorer)
con el fin de estudiar la radiación de fondo. J. Mather coordinó a un
equipo de cerca de 1.000 personas que integraban el proyecto y estaba también
a cargo de uno de los instrumentos de a bordo, utilizado para investigar el
espectro de la radiación de fondo. George Smoot estaba a cargo de otro
instrumento cuya misión era buscar las pequeñas variaciones que la radiación
de fondo pudiera presentar en diversas direcciones.
Los resultados obtenidos por
el satélite COBE fueron espectaculares. No solamente el espectro obtenido
concordaba perfectamente con el correspondiente a un cuerpo negro, sino que se
correspondía con una radiación cuya temperatura fuera de 2,726 K (ver
figura) |
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Espectro de la radiación de fondo obtenido por COBE |
Pero esto fue
sólo una parte de los resultados del COBE. G. Smoot había sido
designado responsable de un experimento con el que se pretendía detectar las
pequeñas variaciones del fondo de microondas en diferentes direcciones.
Minúsculas variaciones en la temperatura de las microondas en diferentes
partes del universo podían suministrar nuevas pistas para saber cómo se
formaron las estrellas y las galaxias; por qué la materia se concentró en
determinadas regiones del universo en vez de expandirse de una manera
uniforme. Las pequeñas variaciones de temperatura podrían mostrar donde la
materia comenzó su agregación. Una vez que este proceso se haya iniciado la
fuerza de gravedad haría el resto. Se iría agregando más materia conduciendo a
la formación de galaxias. Si el proceso no se inicia, ni la Vía Láctea ni el
Sol ni la Tierra existirían.
La teoría que
trata de explica cómo se inicia la agregación de la materia está relacionada
con fluctuaciones cuánticas en el Universo durante los primeros momentos de la
expansión. Idénticas fluctuaciones cuánticas tienen lugar en la constante
creación y aniquilación de partículas de materia y antimateria que suceden
constantemente en el espacio. Sin embargo este es uno de esos aspectos de la
física que no pueden ser entendidos sin recurrir a las matemáticas.
Quedémonos, simplemente, con la idea de que las variaciones de temperatura
medidas en el Universo actual pueden ser el resultado de tales fluctuaciones
cuánticas y, de acuerdo con la teoría del Big Bang, gracias a ellas las
estrellas, planetas y finalmente la vida, pudo desarrollarse. Sin ellas la
materia seguramente se presentaría de una forma completamente diferente,
esparcida uniformemente por todo el Universo. |
Cuando los experimentos
del COBE fueron ideados se suponía que las variaciones de temperatura de la
radiación de fondo necesarias para explicar la aparición de las galaxias
debería de ser de unas milésimas de grado. Esto era muy poco, pero aún no
había llegado lo peor. Mientras el COBE estaba en construcción, otros
investigadores señalaron que la influencia de la llamada materia oscura
(una gran proporción de la materia del universo no puede ser vista) hacía
pensar que las variaciones de temperatura que podían esperarse serían del
orden de cienmilésimas de grado. Detectar variaciones de temperatura tan
extremadamente pequeñas era todo un desafío. |
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Satélite COBE |
Cuando los resultados fueron finalmente
publicados en 1992 se vió que podían ser correlacionados con los obtenidos
desde la Tierra, aunque estos eran bastante más inciertos que los obtenidos
por el COBE. Las direcciones del espacio en las cuales el COBE había
registrado variaciones de temperatura resultaron ser exactamente las mismas
que las que se había encontrado desde la Tierra usando globos aerostáticos. |
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Comparando la variación
de temperatura medida desde diferentes ángulos, fue posible calcular la
relación entre la densidad de de la materia visible, materia oscura y
(combinando otras medidas) la energía oscura del Universo.
En este sentido las
medidas de COBE han sentado las bases para los cálculos relativos a la forma
del Universo. La conclusión es que nuestro Universo es euclidiano, esto es,
la geometría cotidiana que afirma que dos líneas paralelas nunca se juntan
parece que sigue vigente a escala cosmológica.
Stephen Hawking afirmó en una entrevista
concedida a The Times que los resultados del COBE eran “el mayor
descubrimiento del siglo, sino de todos los tiempos” |
Mapa de
las variaciones de temperatura medidas por COBE. El color rojo corresponde a
las temperaturas altas y el azul a las bajas. Las variaciones son minúsculas,
(10 - 5 K) |
Por esto el
proyecto COBE puede ser considerado como el punto de partida de la cosmología
como una ciencia precisa. Los primeros cálculos cosmológicos (como los
relativos a la relación entre materia oscura y la materia ordinaria o materia
visible) podrán ser comparados con datos procedentes de medidas reales. Esto
hará de la cosmología una verdadera ciencia (y no una especie de especulación
filosófica como era en sus inicios). |