La primera parte de la experiencia es muy sencilla y
consiste en comprobar que un objeto pesa menos cuando se encuentra
sumergido en agua. Para ello solamente debe de colgarse de un dinamómetro
y, a continuación, realizar la misma medida, con el objeto sumergido
en agua.
Es conveniente sujetar el dinamómetro en un soporte, ya que
de otro modo las oscilaciones del muelle pueden dificultar la medida.
En nuestro caso se ha usado como objeto una bola de acero
de 2,50 cm de diámetro y un dinamómetro de 1,0 N (ver fotografía)
Como resultado de las medidas realizadas se obtuvieron 0,64
N como peso de la bola en el aire (Preal) y 0,56 N como peso de
la bola sumergida en agua (Paparente).
Si se usa una probeta como recipiente puede observarse (y
medirse) el desplazamiento del líquido al introducir el cuerpo en su seno.
Posteriormente puede comprobarse (ver cálculos) que el volumen de líquido
desalojado es justamente igual al volumen del cuerpo sumergido.
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